Vimos con asombro lo que pasaba en China en los meses de noviembre y diciembre de 2019, pero poco a poco el Covid_19 también llegó a América Latina y Panamá, siendo Panamá un país de alto tráfico internacional, no escapó a esta pandemia.

Así fue como en Panamá un día nos despertamos con las escuelas cerradas sin tener una idea precisa de su reapertura. Nos vemos ante la necesidad de repensar el modelo educativo y adaptarlo a los tiempos de aislamiento social. Entonces, siendo Panamá un país con educación presencial, nos vimos en la necesidad de tener que explorar el mundo de la educación virtual.
En Panamá, algunos centros educativos estaban listos para esta nueva modalidad, sin embargo, la mayoría vio la necesidad de improvisar, desarrollar o buscar herramientas y plataformas que les permitieran incursionar en metodologías manejadas con tecnología adecuada para suministrar materiales de enseñanza a sus estudiantes, de forma remota o virtual.
Quizás esta experiencia debería hacernos reflexionar sobre la importancia de nuevas metodologías educativas, siempre consideradas, pero poco aplicadas en la rutina diaria de impartir clases.
El objetivo debe ser entender el potencial de la educación virtual y utilizar esta metodología como un apoyo cotidiano y no solo en periodos de emergencia, buscando quizás una combinación de la educación tradicional con la educación a distancia o virtual, dando como resultado una educación mixta, ajustándola a las realidades de Panamá.
De la educación clásica o tradicional al e-Learning: pros y contras
Los orígenes y conceptos de la educación a distancia no son nuevos, sus inicios se remontan a la Grecia Clásica, cuando se empezó a cultivar el fenómeno de la epistolografía (escritura de cartas), que en muchos casos tenía una finalidad formativa cuando las misivas estaban dirigidas a discípulos, familiares o amigos que se encontraban a distancia o que leerían las misivas al cabo de varios años. De hecho, algunos padres dejaban testimonio epistolográfico a sus hijos, a quienes tal vez no tendrían la posibilidad de educar siendo adultos.
El primer ejemplo documentado de enseñanza por correspondencia (nombre que heredará durante muchos años la enseñanza a distancia) se remonta al siglo XIX, fue en 1828, cuando el profesor Caleb Philipps (profesor de caligrafía) quien publicó en el Boston Gazette, un anuncio ofreciendo material didáctico y tutorías por correspondencia.
Fue hacia la primera mitad del siglo XIX, a partir del año 1840, cuando en Inglaterra Isaac Pitman inició un sistema de enseñanza de taquigrafía por correspondencia, basado en el envío de fichas y la recepción de ejercicios de los alumnos para su corrección. De hecho, en 1843 se fundó la Phonographic Correspondence Society, que podríamos considerar la primera institución de formación a distancia “regulada”. Esta sociedad se encargaba de recibir, corregir y enviar los ejercicios de taquigrafía de los alumnos que seguían el curso por correspondencia.

Al cabo de unos años, reunidos en 1903, Julio Cervera Babiera, fundó en Valencia, España, la Escuela Libre de Ingenieros. Habrá que esperar hasta 1962 para asistir a la primera experiencia de bachillerato radioeléctrico a distancia.
En 1969 se fundó la British Open University, para después dar paso en 1972 a la creación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), actualmente uno de los mayores centros de educación a distancia del mundo.
El e-Learning pertenece a la tercera generación de la educación a distancia, aquella que se desarrolla con tecnologías informáticas que, en comparación con las generaciones anteriores, permite recuperar los supuestos del aprendizaje social.
En esta generación de educación virtual se destacan dos macrosistemas: uno basado en los materiales puestos a disposición, que genera aprendizaje individual y asistido, y otro, en red, que permite el aprendizaje cooperativo y colaborativo, mediante el uso de grupos de trabajo y el uso de comunidades de práctica.
En el caso específico de Panamá, la modalidad de educación virtual o a distancia es aún un modelo reciente. La educación en Panamá ha sido y sigue siendo presencial en todos los centros educativos de carácter obligatorio. Sin embargo, la tendencia a nivel mundial es la de la educación virtual o a distancia y Panamá no escapa a esta realidad, que cada día va en aumento, al punto que se ha dado cuenta por parte de los centros educativos en Panamá que tras el fin de esta pandemia, no podrían funcionar sin una plataforma tecnológica que sustente la educación mixta (Presencial – Virtual).
E-Learning
Analicemos cuáles son las posibilidades del e-learning. En comparación con la educación clásica, su mayor característica diferenciadora es la mayor atención a la interacción entre los implicados en el proceso educativo. Tanto los estudiantes, como los padres, los profesores y los directivos de la escuela, deben estar 100% involucrados en este nuevo proceso de educación virtual.
El elemento clave en el desarrollo conceptual de este modelo es la idea de la comunicación y el aprendizaje como procesos sociales. Esto no quiere decir que la modalidad e-learning sea mejor que otros métodos formativos, cada tipo de formación tiene unas características peculiares que la hacen más funcional para unos contextos formativos que para otros. Tanto es así que incluso en la formación a distancia de tercera generación más rigurosa se realizan encuentros presenciales al inicio y al final de cada ciclo formativo online.
La formación presencial puede tener sin duda algunas ventajas indiscutibles, en primer lugar la familiaridad con este tipo de situaciones tanto para el profesor como para el alumno, en segundo lugar, la posibilidad de que el profesor pueda calibrar y eventualmente corregir algunos temas durante la lección gracias a la retroalimentación que recibe, las reacciones inmediatas que revelan las preguntas, gestos y expresiones en los rostros de los alumnos, por último, la cercanía física de los alumnos que consiguen crear grupos de interés y trabajar juntos para alcanzar los objetivos formativos.


Por otro lado, en E-Learning, la principal ventaja es la posibilidad de que los contenidos estén disponibles y puedan ser utilizados en cualquier momento y lugar que desee el alumno, pudiendo establecerse una relación de diálogo y colaboración continua entre alumnos y docentes.
Los mensajes son bidireccionales y la comunicación, que puede ser del tipo “uno a uno”, “uno a muchos”, “muchos a muchos”, tiene la posibilidad de volverse interactiva. La comunicación puede ser sincrónica o asincrónica. En el primer caso, los alumnos pueden comunicarse con el profesor o compañeros a través de Internet en tiempo real, tanto en texto (vía chat) como audiovisual (por ejemplo, Skype). La formación es asincrónica, en cambio, en caso de que los alumnos se comuniquen entre sí de forma diferida a través de correos electrónicos o foros de discusión.
La educación a distancia de tercera generación permite superar las barreras del espacio en el tiempo, y una fortaleza particular de la misma es la gran flexibilidad en las modalidades y estilos de aprendizaje. Esto implica la posibilidad de personalizar el recorrido formativo en función de las competencias y objetivos específicos que se deben alcanzar para cada estudiante, incluidos aquellos que se encuentran en situaciones de condiciones desfavorecidas.
A pesar de las muchas ventajas que se han esbozado hasta ahora para la modalidad de e-learning, no se trata de un método infalible. Algunos obstáculos pueden estar relacionados con problemas tecnológicos como la capacidad de acceso a internet, la velocidad de transmisión de datos, las habilidades informáticas de los usuarios, como la capacidad de utilizar una interfaz gráfica, la capacidad de procesar textos mediante programas de escritura de vídeo o de guardar y almacenar archivos. Este último aspecto representa un límite de especial interés, ya que está relacionado con las habilidades específicas de cada alumno o profesor.
Como lo han destacado todos los medios de comunicación y autoridades educativas de Panamá durante esta pandemia, los colegios inmediatamente se aventuraron a utilizar plataformas que permitieran la comunicación a distancia entre docentes, estudiantes, cuidadores y personal administrativo del plantel. Sin embargo, muchos colegios privados, así como el sector educativo público, no estaban preparados para asumir este giro tan repentino.
Esta ha sido una experiencia muy diferente a cualquier situación anterior, sin embargo, es importante que todos los esfuerzos realizados durante este período no queden olvidados y abandonados al término de esta emergencia mundial. Aprendamos de lo sucedido, tratemos de asimilar y estructurar el trabajo realizado de una manera más efectiva y consciente, para así instaurar en Panamá un método de enseñanza mixto que pueda brindar herramientas más adecuadas a las necesidades de cada estudiante.