
El mayor desafío de una sociedad es, sin duda, el de fortalecer la educación, ya que en ella reside el desarrollo económico, político, ambiental y social de manera exponencial.
Una de las claves para gestionar los cambios en las demandas de una actividad tan compleja como ésta radica en identificar oportunidades y riesgos, formulando estrategias innovadoras que sean eficientes y efectivas según las necesidades y en tiempo oportuno.
Desde este escenario, la videoconferencia como herramienta educativa en el ámbito pedagógico, representa un elemento que favorece la gestión del cambio frente a una población docente compleja que requiere de nuevos recursos para satisfacer las necesidades de unos estudiantes que, debido a las constantes innovaciones, pierden el interés por los entornos tradicionales de aprendizaje. De esta manera, se requieren recursos que permitan dinamizar procesos educativos estratégicos en sintonía con los avances, cambios y demandas actuales y futuras.
La posibilidad que ofrece esta herramienta es interactuar de manera bidireccional, simultáneamente propicia espacios de colaboración, creación e intercambio de experiencias y conocimientos diversos, al compartir en una gran aula común con personas de zonas distantes, realidades diferentes, donde se desarrollan estrategias de enseñanza, y por lo tanto, se requiere apoyar con ideas frescas para retroalimentar los procesos, e interactuar de dos maneras, simultánea y sincrónicamente. Lo que definitivamente nos lleva a un replanteamiento de la forma de construir aprendizajes de manera prolongada y con el uso y aprovechamiento de la tecnología.
Sin embargo, la herramienta de la videoconferencia como tal no generará ningún cambio sustancial en los procesos educativos, sólo cuando se empleen metodologías, técnicas didácticas y estrategias adecuadas. Según Cabero (2009), las ventajas y desventajas de la videoconferencia – “no emanarán directamente de sus características técnicas y potencialidades, sino más bien del uso y estrategia didáctica que emplee el docente en ellas, y de la acción educativa en la que se enmarca”.
La concepción pedagógica del proceso de aprendizaje necesita de nuevas estrategias didácticas para apropiarse y aprovechar los conocimientos, esto lo proporciona la herramienta tecnológica de la videoconferencia en la educación.
El actor principal de este escenario educativo se destaca como el docente, quien debe cambiar su concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje, y dejar de ser el profesor de clases magistrales para convertirse en un facilitador de conocimientos, orientador y guía de los estudiantes, pasando además a ser un experto en el manejo de herramientas de comunicación, promotor de la interacción docente-alumno, alumno-alumno y alumno-contenido, y capaz de cambiar los materiales educativos por materiales que promuevan la interacción con dichos contenidos (García, 2001).
Estos nuevos espacios educativos y el avance de la tecnología hacen que se considere que la tarea del docente ya no es enseñar y examinar a los alumnos, sino promover el desarrollo de conocimientos creativos, así como enseñarles estrategias de autorregulación y control de su proceso de aprendizaje, es decir, que aprendan a aprender, a pensar y a autoevaluarse sobre el camino que han trazado. Esto se puede lograr con la tecnología que se encuentra disponible.


En la actualidad, la modernidad abarca diversas áreas dentro de los diferentes contextos ya mencionados, sean estos profesionales, científicos, económicos, de salud, políticos, ambientales, tecnológicos, entre otros. El factor educativo representa uno de los principales aportes que se pueden heredar de la sociedad y como tal, se debe establecer un criterio más integral entre lo que produce y lo que requiere, siendo necesario un mayor uso de la tecnología en la educación.
En el área educativa, todo este conjunto de estructuras albergadas en el uso de medios tecnológicos ha creado una gran red de necesidades y requerimientos que son imprescindibles para la implementación de los conocimientos, la búsqueda de soluciones más rápidas en un mundo cada vez más acelerado y dinámico. (John P. Kotter, 2014). Es por ello que el papel de la tecnología es tan importante como medio a través del cual se pueden encaminar la gran mayoría de estas insuficiencias, los medios tecnológicos han ido reduciendo paulatinamente esa brecha, aún en proceso y en su actual incremento, hace necesario el uso de más herramientas tecnológicas para poder aplicar de manera dinámica el proceso de enseñanza-aprendizaje. (Cabero, 2009).
La innovación en el aprendizaje conlleva a nuevas técnicas informáticas que refrescan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Apoyadas en tecnologías que orientan a los estudiantes a adquirir conocimientos e integran estrategias didácticas y herramientas de preparación en un ambiente de aprendizaje colaborativo e interactivo, con técnicas de utilización de hipermedia, hipertexto y multimedia.
En el ámbito educativo, se debe hacer conciencia de la necesidad real del uso de la tecnología emergente y su implementación, con el fin de brindar un insumo más interactivo, tanto en su uso como en el desempeño de los objetivos curriculares. Una de esas herramientas que cumple con este parámetro educativo para el aprendizaje permanente es la aplicación de la herramienta tecnológica denominada Videoconferencia, y actualmente transformándose en Telepresencia, la cual puede ser utilizada de manera más significativa en el aprendizaje diario de docentes y estudiantes, así como de toda la comunidad educativa. Y es que según Cisco, (2012) La Telepresencia va mucho más allá de las reuniones. La “capacidad de estar en persona” no solo está transformando la forma en que las personas trabajan, sino que también se está utilizando en formas nuevas e innovadoras de reunir a los individuos de una manera más personal y efectiva de lo que nunca ha sido posible.


En este escenario tecnológico, es donde el docente se convierte en un experto que domina el contenido pedagógico, pero esto, lo obliga a planificar y es precisamente en esa misma tarea de planificación donde la videoconferencia juega un papel fundamental. (Cota, 2010). El uso de la videoconferencia como herramienta mediante la cual refuerza el aprendizaje, con la aplicación de estrategias metodológicas, desarrollando habilidades para un mejor uso de las tecnologías en el aprendizaje, convirtiéndolo en un proceso más integral a nutrir dentro del proceso educativo. Su alcance en el logro de objetivos propuestos, sus usos en el ámbito educativo y su enfoque de enseñanza, ofrecen diversas ventajas como valor asociado a un proceso educativo moderno, y potencia las tareas académicas, en la actividad intelectual continua, el aprendizaje de los errores, las actividades colaborativas y cooperativas, alto grado de interdisciplinariedad, el aprendizaje autónomo, entre otros, esto le señala al docente que no es necesario el trabajo repetitivo ya que hay variedad porque se observa y se vive con el contacto de sus compañeros a distancia.
Esta tecnología permite a los docentes interactuar con la búsqueda de estrategias de adaptación a los educandos con necesidades educativas especiales. Presenta la información de forma dinámica e interactiva, y ofrece herramientas tecnológicas que invitan a la investigación en el aula. De esta manera, se redefinen nuevas tareas para los docentes, para que asuman mayor actividad e importancia en el aprendizaje. ¿Y cómo puede todo esto fluir en una misma dirección donde todos los actores se beneficien de los procesos de cambio y renovación de estrategias? Simple y básico – la educación a lo largo de la vida juega el papel protagónico en este escenario, pues de ella depende satisfacer las necesidades y expectativas que demanda la sociedad actual y futura. Ahora bien, veamos en su concepción amplia a qué nos referimos con la educación desde dos puntos de vista opuestos entre sí y que finalmente se unen para hacer una combinación casi perfecta. La formadora, como una acción de moldear, donde hay una relación de poder en la que el sujeto se somete pasivamente a la acción del formador, y por otro lado la concepción de que la educación se da de acuerdo a las necesidades, posibilidades y experiencias como un deseo del sujeto y en un proceso de autoeducación, sin embargo, todo esto se logra a través de mediaciones, y por lo tanto requerirá necesariamente de otros. Y es aquí donde estas dos concepciones se conjugan a lo largo de nuestra vida, nos formamos en los ámbitos formal, no formal e informal y conforme vamos creciendo nuestras necesidades y realidades van cambiando con lo que también lo hacen nuestras necesidades educativas. (Peskin, 2003)
Según la UNESCO (1975), el concepto de educación permanente implica que la educación no es un acontecimiento que se produce de repente ni que se limita a un ciclo inicial de educación continua que comienza en la infancia, sino que constituye un proceso completo que se desarrolla a lo largo de toda la vida. La vida misma es un proceso de aprendizaje. La educación continua abarcaría, pues, experiencias de aprendizaje tanto intencionales como incidentales.
En la práctica docente podemos transitar por diversos modelos de educación que se complementan entre sí, y depende de las necesidades y circunstancias. La educación individual es importante ya que el sujeto busca crecer de acuerdo a sus intereses, sin descuidar lo colectivo, es decir, evitar el aislamiento para que otro pueda retroalimentar nuestra práctica y mejorar nuestro desempeño, de la misma manera respondemos de manera más positiva cuando se dan soluciones a problemas concretos que en la suma de lo individual se convierte en lo colectivo, en el interés institucional. Es fundamental desarrollar o avivar en los docentes la capacidad de identificar lo que afecta su práctica para realizar los cambios respectivos.
La educación permanente es el mecanismo más eficaz para la “conversión” o reorganización de los esquemas de enseñanza-aprendizaje de acuerdo a las necesidades y demandas de la sociedad. En este marco no podemos obviar el papel determinante que tiene la tecnología y en este caso específico el uso de la videoconferencia como herramienta de comunicación con todas sus virtudes, que sin duda nos traen una nueva forma de enseñar y aprender, al promover el trabajo colectivo, colaborativo para encontrar soluciones desde distintas y distantes regiones con realidades diferentes dentro de un mismo territorio, reconstruyendo aprendizajes desarrollando metodologías y estrategias que ya han sido probadas y ajustándolas a las realidades de cada institución educativa, siempre con el objetivo de mejorar la práctica docente.
Conclusión: En educación, las formas y modelos que utilizamos para llevar a cabo los procesos educativos deben combinarse como instrumentos que faciliten el aprendizaje de los docentes y en consecuencia el beneficio de los estudiantes, es aprovechar la tecnología emergente, en un caso específico la videoconferencia, como herramienta de unión geográfica para todo un país. En la suma de las necesidades individuales, nace el grupo en ambientes de respeto y crítica constructiva que construyen nuevas formas de ver las cosas, conectando conocimientos previos con nuevas informaciones e instrumentos o herramientas y así hacer coherente el proceso educativo, promoviendo la reflexión que conduzca a soluciones conjuntas.
